A pesar de que el poliamor, los trimonios, las parejas abiertas, el sexo en grupo o cualquier forma de abrir mente y cuerpo entre parejas, está de moda. ¡No todo vale! Dos palabras: sinceridad y consenso. Si ya está haciendo ‘cositas’ por su lado. O lo sospechas porque actúa de forma extraña, éstas, son las señales inequívocas de que te está engañando con otro, cari. ¡ Tú tranquilo! Hay muchos peces en el mar. Siempre puedes pasar de merluzo a congrio.
1 – La peor pesadilla
Llegas a casa a una hora imprevista porque tienes un dolor de cabeza, o vómitos, o asco al mundo, o todo junto. Abres la puerta y él no se espera que llegues tan pronto. Posas las llaves en el vaciabolsillos (si tienes, si no tienes cómprate uno, son muy prácticos) Y ¡horror! le pillas con un jovencito con cara de grindr. Si querías señales ¡zasca!
2 – Y de repente una ITS
¡No te pongas histérica! ¡Vale! Tírale por la ventana. Dentro de lo malo es él quien tiene la venérea. Tú no tienes nada. Sugerencia: quizá una señal definitiva es preguntarte por qué no te ha pegado nada (¿poco sexo, no hay sexo?). En el peor de los casos tienes una ITS como una casa. Señal evidente de que tienes que buscarte a alguien que te respete.
3 – Mordiscos de amor
Es un clásico pero te sorprendería saber cuántos adolescentes de 49 años hay en la comunidad gay. Son como niños y no pueden resistirse a unos buenos chupetones en el cuello. ¿Síndrome de Peter Pan? ¿Los nuevos 50 son los antiguos 15? Sí es un poco eso: manda a tu chico a la tienda a que se compre un sobre de peta zetas. Cuando hay pop…..
4 – Tus amigos se hacen los locos
¿Habéis visto a éste? Eres el único estúpido que no has visto a tu novio irse al baño 5 veces con el mismo tío. Pero no te inquietes, no es tu problema. Eres boba, o estás demasiado borracha o te han echado algo en la copa. O todo junto. El caso es que cuando detectes demasiadas evasivas o risas nerviosas o miradas cómplices de tus amigos ¡felicidades! Es por lo bien que caes a todo el mundo. ¡Ánimo! Cambia de novio y de amigos.
5 – ¿Los ojos no mienten?
Mírale directamente a los ojos y pregúntale. Hay veces que quieres que te mientan ¿A qué sí rey? ¡ay! somos así de discapacitados emocionales. ¡No te preocupes! nos encanta tragar (mmmm) y te valen las excusas estúpidas y los argumentos imposibles. Pero si realmente quieres saber si te engaña, mirale con la intensidad de una gata poseída y pregunta con voz de ginebra cazallera (voz grave, cari). ¿De quién son estos calzoncillos, payasa? Eso es infalible. Cantará como un loro, o como una cacatúa, depende de la pluma. Ventajas: te ahorras el bochorno de los 4 puntos anteriores y te marchas bien digno y con la frente alta. Ten cuidado no tropezar al marcharte porque romperías la magia del momento. Y quieres que te recuerden como una diva. ¡Y lo que nos gusta un drama!